Por qué la espalda será la protagonista de la moda de primavera

La espalda descubierta es, sin duda, un clásico infalible. Se ha colado en las pasarelas de moda y en el street style que se genera entorno a ellas y, cómo no, también la hemos visto en las alfombras rojas de los eventos más exclusivos, dejando claro que la elegancia y la sensualidad no siempre dependen de un escote pronunciado o una falda de cola. Lo interesante aquí es que, más allá de ser una simple tendencia, la espalda desnuda tiene mucha historia.

Hablar del escote en la espalda en moda es hablar, indirectamente, de Horst P. Horst, el fotógrafo alemán que revolucionó la estética del cuerpo femenino usando una composición elegante. Su obra más icónica, Mainbocher Corset (1939), captura la espalda de una mujer en un corsé parcialmente desatado. Esta imagen no solo se convirtió en un referente del erotismo sofisticado, sino que también inspiró a diseñadores y fotógrafos a explorar la desnudez parcial con un enfoque artístico y estilizado.

Aunque Horst popularizó esta silueta en el marco visual del siglo XX, la espalda descubierta ya tenía un recorrido importante en la moda. En la década de 1920, con la liberación femenina impulsada por los diseños de Paul Poiret y Madeleine Vionnet, los vestidos comenzaron a ganar fluidez, dejando atrás los corsés y permitiendo que los escotes en la espalda se hicieran cada vez más pronunciados.

En la actualidad, esta tendencia se ha extendido más allá de la alta costura. En el street style de la pasada Semana de la Moda de Milán, donde se presentaron las colecciones de primavera verano para este 2025, pudimos observar cómo abundaban los tops y los vestidos con cortes muy profundos en la espalda, ya convertidos en un básico del que no nos queremos –ni lo haremos– desprender.

Pero la verdadera prueba de su impacto está en la alfombra roja: en la última edición de los Grammy’s, Sabrina Carpenter y Olivia Rodrigo deslumbraron con vestidos que apostaban por este detalle, reafirmando que la espalda descubierta sigue siendo un recurso infalible para captar miradas.En definitiva, más que una simple tendencia pasajera, la espalda descubierta es un recurso estilístico que ha trascendido épocas y estilos, consolidándose como un emblema de feminidad, sofisticación y carácter.

Su presencia en la historia de la moda es innegable: desde los vestidos etéreos de los años 30 hasta las interpretaciones más vanguardistas en la actualidad, sigue siendo una constante que evoluciona de generación en generación.

Y es que el encanto de llevar una espalda “desnuda” radica en su versatilidad: puede ser minimalista y discreta o dramática y provocadora, dependiendo del diseño, el tejido y la intención del estilismo. Lo cierto es que nunca pasa desapercibida y ofrece una alternativa elegante y refinada, jugando con la arquitectura del cuerpo sin necesidad de excesos.

Recordemos que no solo se trata simplemente de dejar piel al descubierto, sino de crear una silueta que mantenga un aire de misterio y que resalte la belleza de la anatomía de una forma natural y fluida.

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