Las mejores tendencias de Haute Couture Primavera-Verano 2025

Las tendencias de Haute Couture Primavera-Verano 2025 han convertido París en el escenario de una moda que ya no se conforma con lo mundano. Esta temporada, la Alta Costura ha decidido que el cuerpo humano es un lienzo para la fantasía y que el lujo no debe ser discreto, sino un espectáculo glorioso de detalles, simbología y exceso bien calculado. Se han roto esquemas, se han cruzado océanos de referencias y se ha creado un universo donde los diseñadores no temieron ir más allá de lo convencional.

Schiaparelli transformó la leyenda de Ícaro en un desfile donde cada look parecía diseñado para dioses que no temen volar demasiado cerca del sol. Corsetería rígida, plumas doradas, texturas cinceladas en mármolDaniel Roseberry creó una visión celestial que redefinió el concepto de Haute Couture, probando que la artesanía más antigua aún puede sorprendernos. Mientras tanto, Dior nos sumergió en un mundo onírico, donde las capas de tulflotaban como neblina etérea y las faldas en forma de corola parecían brotar de un jardín encantado. En Chanel, la historia tomó otro rumbo: 110 años de savoir-faire celebrados en una paleta de tonos sorbete, con tweeds modernizados, siluetas más ligeras y una feminidad que, aunque sutil, sigue dictando el ritmo de la moda.

Y no olvidemos a Armani Privé, que tomó la luz misma como inspiración y la transformó en vestidos que parecían reflejos de un amanecer en Venecia, con transparencias trabajadas como si hubieran sido esculpidas en cristal. Cada casa, a su manera, ha decidido que la Alta Costura no debe ser un simple desfile de elegancia, sino una declaración de arte, historia y lujo que desafía las reglas del tiempo y la gravedad. Porque si algo ha quedado claro esta temporada es que la moda ya no quiere limitarse a vestir, sino a dejar una huella imborrable en la historia del espectáculo y la grandeza.

Las mejores tendencias de Haute Couture Primavera-Verano 2025

La Alta Costura se reinventa con audacia y arte, fusionando tradición y modernidad en creaciones que desafían los límites del estilo.

Pasteles de alta costura: la suavidad cromática que conquista las pasarelas

Si bien la Alta Costura suele asociarse con la grandiosidad, esta temporada ha apostado por una paleta de colores sutil y evocadora, donde la sofisticación no se grita, sino que se desliza con delicadeza. Chanel reinterpretó su legado cromático con tonos sorbete, incluyendo amarillo mantequilla, verde agua y lila empolvado, aplicados en trajes de tweed modernizados y vestidos vaporosos que evocaban una ligereza casi etérea. Dior, por su parte, elevó esta tendencia a una dimensión aún más onírica, con vestidos de organza que parecían teñidos por la brisa primaveral, una sinfonía de capas flotantes que jugaban con la luz. Esta suavidad cromática no es sinónimo de timidez, sino de un refinamiento absoluto, una forma de lujo que se desliza entre los límites de lo poético y lo tangible. La Alta Costura ha demostrado que la opulencia también puede hablar en tonos bajos, dejando que los matices sutiles transformen cada pieza en un susurro de elegancia.

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