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La mujer que más sabe de moda dice que hay 2 tendencias (de invierno) que no vamos a llevar en 2025
Si Anna Wintour, la mujer que más sabe de moda, dice que se llevan los abrigos azules, la moda obedece. Es más, todos obedecemos. Así se explica este extraño juego en el que al final, se quiera o no se quiera, una termina poniéndose lo que dictan unos pocos. Sí, la palabra “dictar” no está escogida al azar, pues muchas de esas tendencias a veces parecen fruto de un capricho. Como si a una María Antonieta cualquiera se le antojaran unos pasteles y en la mesa hubiera pasteles.
Anna Wintour poco o nada tiene que ver con la última reina de Francia, pero en lo que a su papel en la industria de la moda se refiere hay algo de esa autoridad incuestionable. Tanto lo que lleva como lo que no tiene un significado. No hay ni una sola prenda seleccionada al azar, aunque Wintour practique una suerte de uniforme desde que desembarcara en la jefatura de la revista Vogue. Cuestión de poner las cosas fáciles en una agenda donde apenas hay tiempo que perder.
La jefa de la moda ha desembarcado en París con motivo de la Semana de la Moda y allí ha seguido ejecutando este plan sin fisuras con todos y cada uno de sus estilismos, aunque el que nos ocupa se ha dejado ver en la Place Vendôme hace dos días. Un conjunto formado por un abrigo azul marino, un vestido de estampado floral –uno de sus básicos– y unas botas altas de estampado animal. Anna siempre confía en la eterna influencia de este trío y deja la innovación para otros perfiles más atrevidos y con más tiempo para experimentar. Y en su caso, lo que supone un rotundo “sí” –sí, a los vestidos bonitos y a las botas altas, por ejemplo– también implica un “no”. Anna no quiere saber nada ni del estampado animal más popular, el manoseado leopardo, ni de los abrigos de paño de color negro. Defensora a ultranza del color y de los básicos que no lo parecen, la clave del buen vestir en 2025 reside, según su opinión, en lucir prendas muy clásicas de una manera que no resulte ni aburrida ni minimalista. Y partir de aquí, que cada una haga lo que considere. Monarquía parlamentaria.