Dos parejas de amigos pasan las vacaciones juntos y confiesan sus secretos en ‘Amanece en Samaná’

Tráiler e imágenes

El reparto principal de ‘Amanece en Samaná’. ©Lucía Faraig/Pablo Taveras Duval

El próximo 8 de noviembre llegará a los cines Amanece en Samaná, una comedia dirigida por Rafa Cortés basada en una obra de teatro de Jordi Galcerán. Está protagonizada por Luis Tosar, Luis Zahera, Luisa Mayol y Bárbara Santa-Cruz como dos parejas de amigos que se van juntas de vacaciones después de 20 años de relación… y en una noche de juerga acaban confesando cosas que no esperaban.

Amanece en Samaná es una coproducción con República Dominicana, donde se ha rodado la totalidad de la película. Completan el reparto Charles Dance, Alfredo Castro, Félix Tejeda, Andresito Germosen, Lidia Ariza, Laura Díaz y Yaritza Reyes.

Cortés ha rodado la película en estricta cronología «para propiciar un proceso de trabajo basado en la improvisación de los actores, manteniendo vivo y cambiante el contenido de la trama a lo largo del rodaje». El resultado son unas interpretaciones «llenas de verdad y de complicidad, con unos actores y actrices moviéndose con sorprendente soltura fuera de sus habituales zonas de confort», según los responsables de la película.

Tráiler de Amanece en Samaná

La película está producida por Ron Vino y Miel AIE, en coproducción con las empresas españolas A name like this, Materia Cinema, Quexito Films, Federation Spain. Esta coproducción hispano-dominicana será distribuida en cines por Universal Pictures International Spain y cuenta con la participación de Movistar Plus+.

Sinopsis de la película

Dos parejas de amigos, Ale y Santi, Natalia y Mario, celebran que hace veinte años que están juntos con unas vacaciones en Samaná. Se ponen al día, salen de fiesta, reconectan… Ale, con las alas que le dan el ron y la felicidad de estar con sus amigos, decide que ha llegado el momento de confesar que, la noche que se conocieron los cuatro, ella hizo trampas para acabar con Santi, que inicialmente ligó con Natalia, mientras era Mario el que intentaba ligar con ella.

Ale da por hecho que, después de veinte años de relación, tomarán su confesión como la pequeña travesura que supuso el primer paso hacia la felicidad de todos. Pero las cosas no salen así, y la noche termina con una gran decepción. Al día siguiente, Ale amanece con una fuerte resaca, algo confundida, sin la menor pista de hasta qué punto va a tener que enfrentarse a las consecuencias de su acción.