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Derek Guy, gurú de la moda masculina, se ríe de Santiago Abascal y Conor McGregor en la investidura de Trump
«Un día, los hombres mirarán hacia atrás y verán estos pantalones ajustados y cónicos y se sentirán avergonzados». Esto ha dicho en Twitter de Santiago Abascal el oráculo de la moda Derek Guy, colaborador de Financial Times que, recuerden, elevó a icono del estilo al Rey Felipe y al duque de Huéscar en otras ocasiones.
Gay se mofa esta vez del líder de Vox a través de una foto en la que éste sale con el luchador de artes marciales Conor McGregor y con el eurodiputado, también de Vox, Hermann Tersch. Pone el foco en las prendas más prietas de estos varones tan musculados, que parecen reventar sus trajes de chaqueta. Algo por lo que más de una vez han sido criticados por la prensa especializada.
Derek Guy escribió una extensa crónica sobre la investidura de Trump a la que acudieron líderes de la extrema derecha en el mundo, desde Santiago Abascal a Milei y Meloni.
Marca Italia
En la misma criticó que Trump hiciera «marca Italia» con su indumentaria el día que juró su cargo, algo que no casa con su filosofía MAGA (Make América Great Again). Por eso, en su texto recordó que George Washington prestó juramento con un chaqué, una camisa con volantes y pantalones made in USA. Que Joe Biden acudió a esta misma cita vestido de pies a cabeza de Ralph Lauren o que Barack Obama lució un traje, un abrigo y, más tarde un esmoquin de Hart Schaffner Marx, marca de Illinois (Chicago).
«Al momento de esta publicación, nadie ha revelado quién confeccionó el atuendo de Donald Trump para su toma de posesión. Pero durante su primer mandato, vistió principalmente trajes de la lujosa marca italiana Brioni, las chaquetas se distinguían por sus hombros muy acolchados, un alejamiento de las siluetas más suaves que definen el estilo clásico estadounidense. Por la silueta de hombros cuadrados, supongo que el traje de hoy también fue hecho por Brioni. Como mínimo, imita el aspecto de la marca de sastrería romana (…)».
Para saber más
«Quizás sea notable que hoy también haya optado por una corbata diferente, cambiando su exclusiva corbata de satén rojo intenso por un motivo azul y rojo en un posible guiño al bipartidismo.
Si bien lo dudo por la silueta de la prenda, me gustaría esperar que Trump hiciera que un sastre estadounidense le hiciera su traje de aspecto italiano. En un momento en que la industria manufacturera estadounidense está en declive, sería bueno ver a un presidente estadounidense continuar con la tradición de usar ropa hecha en Estados Unidos, no sólo durante su toma de posesión, sino durante todo su mandato».
Amén.