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La inglesa con más estilo dice que estas 3 anti-tendencias son un SÍ
En lo que a tendencias se refiere, no sabemos quién dicta cátedra, quién determina qué se lleva y qué no. De hecho, es probable que no se trate de un individuo en concreto, sino de una masa influyente que gracias a la fuerza de grupo impone su criterio. Eso sí, en esa masa hay nombres que destacan más que otros, y el de la inglesa Alexa Chung es uno de ellos.
Recién adentrada en la cuarentena, la modelo, diseñadora y empresaria –ella sola funciona como una pequeña empresa– apenas ha perdido su poder de prescripción. Todos sus estilismos atesoran la dosis justa de naturalidad y de atrevimiento, y en esa mezcla reside la clave de su éxito y el motivo por el que tantos diseñadores siguen confiando en ella para presentar sus propuestas. Sin ir más lejos, en esta última edición de la Semana de la Moda de París, Alexa ha ejercido de modelo durante el desfile otoño-invierno 2025-26 de Chloé –posiblemente una de las firmas más relevantes de la industria de la moda actual, con permiso de la todopoderosa Miu Miu– y acto seguido se ha personada en el desfile de Valentino en calidad de invitada. Ella lo vale y ella lo puede porque su estrecha relación con la moda se lo permite.
Para el show de la firma ahora dirigida por Alessandro Michele, Chung ha escogido un look muy del gusto del diseñador –no obstante, es el autor del mismo– donde conviven una serie de prendas y accesorios que podrían considerarse polémicos: medias blancas, sandalias, abrigo de piel y un vestido tipo lencero. Sí, y todo lucido a la vez en el mismo estilismo, y todo funciona. Como una suerte de conjuro o hechizo, Alexa ha conseguido que estas anti-tendencias, en el sentido de que se han llevado poco y cuando se ha hecho tampoco han convencido a una aplastante mayoría, funcionen como básicos; que lo raro sea popular o tenga la intención de serlo; que una serie de piezas cuyo uso ha polarizado las opiniones hayan convivido en perfecta armonía. Y las conclusiones que uno saque a partir de aquí son, efectivamente, de cada uno.