La Semana de la Moda de París aún no ha concluido pero ya podemos hacernos una fotografía bastante aproximada sobre cuáles serán algunas de las tendencias seguras para el próximo invierno. Al menos en lo que respecta a la paleta de colores porque, tras lo visto estos días sobre la pasarela, tenemos claro que hay tres tonos que teñirán muchas de las prendas y complementos que vestiremos en la temporada de frío 2025/2026: el burdeos, el azul y el amarillo.
El primero no necesita carta de presentación puesto que lleva ya desde el pasado otoño ocupando gran parte de cuota en las diferentes colecciones y, en lo que respecta a los otros dos, sorprende la presencia de ambos puesto que suelen tonalidades más propias de la primavera por su claridad, aunque quizá por eso llaman más la atención ya que prometen servir como un soplo de aire fresco en un armario que cuando las temperaturas bajan se queda más necesitado que nunca de cierta dosis de emoción. Analizamos cada una de las partes del atractivo trío al que terminaremos siendo fieles según lo dictado por las principales firmas de moda en sus últimos desfiles.
Azul
En su versión marina está considerado uno de los colores clásicos más elegantes y en la eléctrica, también conocida como Klein en honor al pintor del mismo apellido que lo convirtió en hilo conductor de su obra, resulta insuperable para causar impacto y transmitir energía. Sin embargo, el azul que proponen marcas como Stella McCartney, Acne Studios, Alaïa y The Row, adquiere un matiz diferente puesto que es claro y, pese a que no llega a ser pastel, sí que se muestra notablemente más apagado.
Es un azul que transmite calma y confianza y, si nos atenemos a lo visto en colecciones como las de las firmas mencionadas, es perfecto para ser combinado haciendo contraste con marrón, granate o negro.
Amarillo
El optimismo y la vitalidad del amarillo suele asociarse a la época estival, lo que no quita para que merezca una oportunidad de cara al invierno de 2025-2026. En este caso como se propone es de manera suave, en una tonalidad mantequilla o avainillada sobre la que ya nos habían llegado algunos indicios.
Ideal para accesorios como bolsos, bufandas y gorros, se verá también en abrigos, en blusas, en faldas y, sobre todo, en vestidos largos como los que por ejemplo vimos en el debut de Haider Ackermann como director creativo de Tom Ford.
Burdeos
El tercero de los colores que dominará el invierno que viene es el burdeos. También conocido como burgundy, borgoña o granate, se refiere en cualquier caso a ese intenso rojo oscuro que puede llegar a acercarse al chocolate pero que en realidad es el que toma como referencia el vino tinto.
Su presencia no es nueva entre las tendencias puesto que, como señalábamos al inicio de este texto, desembarcó hace tiempo en ellas. Ha sido capaz de teñir prácticamente todo tipo de piezas que han formado parte del otoño-invierno 2024/2025 con la intención de que estas se combinasen con tonos opuestos o se llevasen en formato total look en una firme apuesta por el monocromatismo, una visión que casas como Balmain han querido se mantengan con firmeza un año después.
zz