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Clara de Nadal, ‘coolhunter’: «Los cazadores de tendencias no llegamos ni a los dedos de una mano en Catalunya»
La figura del ‘cazador de tendencias’ se acuñó por primera vez el 17 marzo de 1997, cuando el periodista Malcolm Gladwell publicó en ‘The New Yorker’ un artículo titulado ‘The coolhunt’, un adjetivo que definía la actividad desarrollada por Dee Deee Gordon, una publicista especializada en investigación de mercados. El término no comenzó a popularizarse hasta una década después, y poco a poco surgieron los primeros estudios en las escuelas de negocio de EEUU y de Europa.
Saber anticiparse a las modas, encontrar indicios del cambio para adelantarse a la competencia se ha convertido en una profesión en auge. En todos los sectores, y por supuesto, en el rápido y cambiante mundo de la moda. Gigantes como el Grupo Inditex ya integran estos perfiles en sus plantillas. Otros ‘coolhunters’ van por libre, y se dedican a vender sus estudios a las agencias de predicción de tendencias o a empresas.
Una de ellas es Clara de Nadal Trias (Barcelona, 198314), periodista, ‘coolhunter’ y ‘speaker’ experta en tendencias con una larga trayectoria. Habla seis idiomas, viaja constantemente y está en contacto permanente con todo tipo de gente. «Escuchar, observar y moverse por el mundo es clave en mi trabajo», sintetiza.
¿Cuándo decidió que sería ‘coolhunter’?
Lo soy oficialmente desde 2010, cuando me gradué en el prestigioso Central Saint Martins de Londres. Ya era periodista y desde 2005 escribía en medios, pero notaba que me falta algo. También estudié moda. Tuve una marca de pieles, trabajé en pasarelas, hice de modelo comercial y hasta trabajé con el diseñador Josep Abril, que me dio mi primera oportunidad profesional.
Cuente, cuente…
Fue cuando me decidí a hacer un máster de moda en la que en su día era la Escuela de Moda Felicidad Duce, hoy LCI Barcelona. Un día vino a darnos una charla un ‘coolhunter’ y unos habló de un máster en Londres. Me quedé alucinada.
¿La profesión con más futuro dentro de la moda?
No sé si la que más, pero sin duda es vital, porque ayuda a tener una visión para mirar diferente, ver más lejos, buscar el porqué del porqué de las cosas, llegar a la raíz, en base al pasado y al presente y tener indicios muy verídicos de lo que va a pasar. Al principio puede parecer magia, pero no lo es. Antes, a nivel de moda, se decía que las tendencias tenían un ciclo de vida de cuatro años. Pero esto ya no es así. ¿Quién nos iba a decir que iba a haber una pandemia mundial?
«Antes, a nivel de moda, se decía que las tendencias tenían un ciclo de vida de cuatro años. Pero esto ya no es así»
De todo cambio puede surgir una tendencia, pues.
De las guerras, de que suban los precios, del malestar de la sociedad, del cambio climático… También puede venir porque los cuatro grandes grupos de la moda impulsen una tendencia. A veces, por ejemplo, por el éxito de una película. Recuerdo el caso de ‘Expiación’, en la que Keira Knightley llevaba un vestido verde. Gustó tanto que todas las marcas se pusieron a lanzar vestidos verdes.
Entonces, ¿cuál sería la definición de tendencia?
No es lo mismo tendencia que moda. El significado real de tendencia sería señales, indicios, corrientes, direcciones, comportamientos y patrones de repetición que explican por qué ocurre algo. Si lo buscas en la RAE dice ‘propensión o inclinación en las personas y en las cosas hacia determinados fines’.
«Es una palabra que no se usa bien. No es lo mismo tendencia que moda»
¿Cuándo llega la profesión a España?
En mi día a día sigo escuchando constantemente ‘cool’, ¿qué?. Yo, que doy clases en universidades de Barcelona, y ‘online’ en Argentina y en Brasil, veo que todavía hay muchas escuelas y, específicamente de moda, que aún no han incorporado esta asignatura. Me sorprende muchísimo.
Entonces, no tendrá mucha competencia.
Somos cuatro gatos. En España, que vivamos de esta profesión, me sobran dedos en las manos. Y en Catalunya, me sobran con las de una. Yo he estudiado esto y tengo mi título, pero hay gente que dice que se dedica a esto aunque no lo ha estudiado como tal.
¿Cómo es un día de trabajo de una ‘coolhunter’?
Me paso 365 días al año mirando, observando, escuchando, analizando, recogiendo datos, moviéndome, viajando, yendo a eventos, exposiciones, hablando con gente, con taxistas, con las piedras de la calle… lo que sea, recogiendo constantemente información. En verano, con toda esa información ya puedo determinar cuáles son las macrotendencias que vienen, se ven unos patrones de repetición.
¿Por ejemplo?
Cuando se empezó a hablar de cambio climático, después en moda también se empezó a hablar de sostenibilidad, de ‘slow fashion’; en gastronomía, de ‘slow food’; en arquitectura, también…
¿A quién le vende la información?
Después de recopilar información durante un año elaboro mi ‘trend report’, que voy modificando según la evolución de las tendencias. Es la base para colaboraciones en medios, conferencias, podcasts y trabajos para marcas. He hecho estudios ‘ad hoc’ para empresas como Óptica Universitaria o Eastpak Internacional, por ejemplo.
Otros ‘coolhunters’ están en plantilla de grandes empresas, ¿no?
Absolutamente, hay en Mango, en Zara… Durante unos años también lo fui, trabajé para el departamento de tendencias de Pimkie para España y Portugal.
Manejan información vital. Su trabajo debe estar muy bien pagado.
Sí, se paga bien, pero es que es el trabajo de todo un año. Por tener 10 o 20 accesos a estos informes a veces se paga unos 10.000 euros. En moda, por ejemplo, hay de texturas y colores. ¿Te has preguntado por qué todas las marcas se ponen de acuerdo para que, por ejemplo, se lleve el rojo? Tienen acceso a estos informes.
«¿Te has preguntado por qué todas las marcas se ponen de acuerdo para que, por ejemplo, se lleve el rojo? Tienen acceso a estos informes»
¿Alguna microtendencia que nos pueda avanzar?
Tras el auge de la sostenibilidad, ahora hay un tema sobre la mesa que es el ‘Trashion’, reaprovechar el desecho, el derecho a reparar, y también por el ‘pre-order’, producir bajo demanda, para reducir los ‘stocks’.
¿Y ciudades donde avanzarse a las tendencias?
Japón y Corea, sin duda, son un ejemplo increíble de lo más tradicional y lo más moderno y loco.
¿Qué me dice de Barcelona?
Me apasiona el centro, y el barrio de El Born, sobre todo sus restaurantes, donde me emborracho de datos. También me pasa en los aeropuertos. Están llenos de locales y turistas.
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