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Schiaparelli alta costura: Daniel Roseberry da las claves de su último desfile
Kuba Dabrowski
¿Crees que tenemos una idea equivocada de lo que debería ser la modernidad?
Quizá sea solo para ponerlo en cuestión, porque creo que el asunto va más allá de lo que a mí me parece o no moderno. A través de la investigación y el dibujo me di cuenta de que mi ojo ansiaba cosas más extravagantes, menos sencillas, materiales como el encaje y cosas por el estilo que nunca me han atraído. Y es verdad. De repente, empecé a sentirme atraído por estos elementos por primera vez. La colección Le Phoenix intentaba reducir las cosas a su forma más pura. Aquí, la lucha con estas iconografías de la alta costura se remonta en cierto modo al cambio de siglo. Quería algo que diera una sensación de modernidad, pero sin depurar demasiado esa idea. Creo que ese era el reto.
Todos conocemos la historia de Ícaro. ¿Por qué esta imagen? ¿Cuál es el vínculo entre Ícaro y Schiaparelli?
Bueno, Ícaro intentaba escapar, ¿no? Del cautiverio. Y creo que la costura es una gran promesa de evasión para todos nosotros. Aunque sea durante 13 minutos, es la promesa de escapar. En cierto modo, era contar que la costura puede ofrecer alivio, tanto la creación de la costura para el taller, para el estudio, como para quien mira, quien participa, quien la lleva. Nos alivia de la cruda realidad en la que vivimos. La moraleja de Ícaro es no volar demasiado alto, porque si intentas subir demasiado alto, puedes quemarte. Pero quizá sea cuestión de construir unas alas mejores. Así que me gustó este cuestionamiento de la moral de Ícaro. Y también pensé mucho en artistas que se fueron. Whitney Houston, George Michael… Artistas que murieron demasiado pronto, que buscaban la perfección. Es una historia trágica, pero muy hermosa, la de estas personas hipertalentosas. Es algo que también he explorado para esta colección.
Entonces, ¿no crees que la alta costura consista en subir cada vez más alto, temporada tras temporada?
En Schiaparelli es así, pero no en todas partes. Efectivamente, creo que ese es el desafío que nos hemos propuesto. La alta costura tiene un efecto estimulante, puedo sentirlo en el equipo. Y quien manda en todo es la visión creativa. Si no la tienes de repente, con el paso del tiempo, semanas y meses, otras voces empiezan a elevarse, se convierte en demasiadas voces, demasiadas cosas, demasiados elementos, demasiadas acciones en marcha… La alta costura vuelve a poner la iglesia en el centro del pueblo. Así que sí, es una forma de llegar cada vez más alto y también de volver a centrarse.