Lanvin desvela sus nuevas propuestas en la última jornada de la Semana de la Moda Masculina de París

El esperado desfile de Lanvin del domingo puso el broche final a la Semana de la Moda masculina de París. Fue la ocasión elegida para presentar la primera colección de su nuevo director artístico, Peter Copping, diseñada para el otoño-invierno 2024/25. Junto a la marca propiedad del gigante chino Lanvin Group (antes Fosun Fashion Group) y otros grandes nombres como Jacquemus y Sacai, el domingo destacaron en la capital otras marcas, como las casas japonesas Doublet y Taakk y la surcoreana Wooyoungmi.

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Para su gran regreso a las pasarelas parisinas tras dos años de ausencia, Lanvin eligió el Pavillon Gabriel, al pie de los Campos Elíseos, donde reveló la nueva imagen de su hombre, pero también y sobre todo de su mujer. No siempre es fácil relanzar una marca histórica y encontrar el equilibrio justo entre la herencia y el presente. Peter Copping ha intentado hacerlo, con cautela, partiendo de un fondo de armario compuesto por prendas básicas. Prendas fáciles de combinar, que se presentan en proporciones y diseños cuidadosamente pensados y en una paleta de tonos oscuros.

Para los hombres, ha diseñado un guardarropa clásico con piezas cortadas en bonitos tejidos de líneas sobrias, desde abrigos de espiga o tweed con microcuadros hasta chaquetones color ocre, sin olvidar las chaquetas Príncipe de Gales, los trajes monocromáticos y un poco de denim. La silueta es sencilla y práctica. No hay camisas, solo jerséis de cuello alto, blusas de cuello chimenea y camisetas de seda arrugada. Los pantalones son cómodos, unas veces ajustados en los tobillos y otras caídos en la cintura. Los zapatos de punta se llevan sin calcetines. El hombre Lanvin también se atreve de vez en cuando con un abrigo de leopardo.

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La mujer oscila entre la practicidad y la elegancia, favoreciendo las líneas finas. Su armario también incluye un precioso chaquetón marinero con botones chocolate, abrigos largos de lana gruesa gris, negra o azul oscuro, ceñidos a la cintura, al igual que los vestidos de punto, abrigos de piel, faldas pantalón drapeadas y vestidos sinuosos con aberturas laterales. Para la noche propuso vestidos largos de tul y encaje, vestidos de terciopelo negro, trajes drapeados de satén, otros cubiertos de cristales o confeccionados con tiras de seda, mientras que las flores y los motivos retro de los años veinte también se dejaron ver en algunos conjuntos.

«Estamos ante un momento clave de transición, que marca el regreso de la casa de moda más antigua de París tras dos años de reposicionamiento», afirma su director general, Siddhartha Shukla. «El hecho de desfilar en vísperas de la Semana de la Alta Costura es importante, porque demuestra nuestra claramente elegancia francesa. Con esta colección nos mantenemos muy, muy fieles al espíritu de la casa y a Jeanne Lanvin», detalla.

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Antes del desfile de Lanvin, varios diseñadores asiáticos presentaron también sus nuevos armarios para hombre, con un pronunciado retorno a una elegancia más formal. Algo especialmente cierto en el caso de Wooyoungmi, que abrió su desfile con una gama de trajes extremadamente elegantes. La silueta se estrecha en la cintura, y flores elaboradas con el mismo tejido que la prenda en cuestión (un traje o una camisa) adornan el hombro, la muñeca o el bolsillo. Esta misma forma de reloj de arena se aplica también a magníficos abrigos de piel o lana.

Para el próximo invierno, Woo Young Mi, la fundadora de la casa de moda surcoreana, que retomó la dirección artística en marzo de 2020 tras haber cedido el testigo a su hija, inyecta a este vestuario formal elementos de ropa de casa y deportiva. Leggings cálidos y calzoncillos tipo bóxer se cuelan por debajo de pantalones cropped enrollados y sobresalen por los tobillos y la cintura.

Los sobrepantalones de nylon acolchado también se pueden acoplar sobre los pantalones según las necesidades. Las chaquetas y cazadoras gruesas, también acolchadas, están cortadas en sedas hermosas con estampados florales. Hombres y mujeres se protegen con grandes cuellos de piel de colores que añaden a las solapas anchas de sus abrigos, y con manoplas de lana sujetas por un cordón.

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Observamos un cambio de registro en Doublet, con una colección muy atrevida. La marca dirigida por Masayuki Ino, diseñador con un sentido del humor mordaz y ganador del Premio LVMH 2018, se vale de una sinfonía de rayos y truenos y sirenas de policía para sacar a sus chicos malos a la pasarela bajo un baile de focos frenéticos.

Con espráis de pintura en la mano, estos caballeros tienen ganas de jaleo. Sobre su ropa tintinean cadenas, mosquetones y demás baratijas, y sus zapatos están adornados con pinchos de goma. En ocasiones, la puntera de su zapato se abre y bosteza como si estuviera desatada. Una serpiente sobresale literalmente del cuello vuelto de un abrigo largo y negro estilo Drácula. La boca de un tiburón se abre con furia en la espalda de una chaqueta forrada de piel.

Este mundo subterráneo, reforzado por una banda sonora tecno, se ve atemperado por un soplo de suavidad infantil con chaquetas de felpa rosa estampadas con simpáticos animales, una paleta de tonos malva, verde menta y otros tonos azucarados, y por una bolsa de agua caliente. Otros accesorios que seguro que serán un gran éxito son los guantes de lana con incrustaciones de anillos de cristal y las pulseras de perlas.

La colección de Taakk es intrigante y parece jugar con las sensaciones táctiles y los efectos visuales, que evocan el pasado. ¿Es una chaqueta de ante o una sudadera de vellón?

 Y esto, ¿es nylon o piel? ¿Es satén o un tejido técnico? Y estas bermudas, ¿son vaqueras o de leopardo? ¿Estos pantalones son de tejido «ecorce» o de pelo? ¿Y qué hay de esa cazadora motera de cuero, cuya cremallera se detiene en seco por un cuadro de Magritte?

Nunca antes el diseñador Takuya Moriyama se había divertido tanto confundiéndonos como en esta colección. Ahondando en los recuerdos de su infancia, intenta recrear ecos lejanos de la niñez través de un increíble trabajo sobre los materiales y tratamientos innovadores. El diseñador, que trabajó para Issey Miyake antes de lanzar su propia marca en 2013, deslumbra con trucos de prestidigitador.