10 curiosidades sobre la película con la que Linklater cambió el cine indie

En el terreno del cine, los cumpleaños sirven para recordarnos que a) nos hacemos mayores; y b) hay directores cuyo legado jamás envejece porque el paso del tiempo hace más grande su leyenda. Sucede con Slacker, la segunda cinta de Richard Linklater y el filme que supuso su trampolín internacional.

Sinfonía de una ciudad a través de un centenar de personajes sin oficio ni beneficio –el término ‘slacker’ podría traducirse como «gandul»– que se entrecruzan a lo largo de 24 horas. En un principio, el título de la cinta era The Nobody Boy, pero la distribuidora lo cambió. Volver la vista hacia Slacker es también regresar a un momento muy concreto del cine independiente de EE UU.

En Cinemanía celebramos el cumpleaños del director recuperando 10 detalles sobre la película que tal vez no sabías.

1. Costó 23.000 dólares y recaudó más de un millón

Slacker se rodó en 1989 con una cámara Arriflex de 16mm en Austin, Texas con un presupuesto de 23.000 dólares. Se completó en febrero de 1990 y su estreno en Austin tuvo lugar el 27 de julio de 1990.

Antes de Slacker, Linklater filmó una película Súper 8 titulada It’s Impossible to Learn to Plow by Reading Books (1988), donde aparece un jovencísimo Daniel Johnston compartiendo sus míticos casetes.

Orion Classics adquirió en Sundance los derechos para distribuirla en Estados Unidos. Se estrenó el 5 de julio de 1991 una versión ligeramente modificada y en 35mm. A pesar de que fue un estreno limitado, enseguida se convirtió en una película de culto, recaudando 1.228.108 de dólares

2. No la querían en Sundance

Richard Linklater envió al Festival de Sundance en el invierno de 1990 un primer corte de la película para poder concursar en el festival, pero la obra fue rechazada.

Antes de aterrizar en Sundance, la película ya se había convertido en un fenómeno local, agotando las localidades de sus primeras 22 sesiones.

Finalmente, concursó gracias al éxito de las proyecciones en Austin. Para Linklater, Sundance fue la fiesta de presentación de la película: “Allí fue donde todos la vieron; proyectarla en el festival fue obtener el gran sello de aprobación”.

3. Por un concierto de los Dead Kennedys

Linklater cuenta que el verdadero origen de Slacker se encuentra en un concierto de los Dead Kennedys de 1984: “Cuando Jello Biafra salió al escenario y empezó a cantar MTV – Get Off The Air, o cuando el entrenador, sobre su quaterback estrella, que se había roto el cuello, dijo que “ese chico se ha entregado al 100%”, de repente sentí un estallido de energía…»

«En muy poco tiempo, pasé de pensar que mi generación no tenía nada que decir, tal y como nos habían repetido una y otra vez, a que no solo teníamos todo por decir y que lo íbamos a decir de una manera completamente nueva. Cada persona tenía que encontrar su manera de hacerlo, y en el único lugar que la sociedad nos había dejado para hacerlo: los márgenes. Creo que es ahí donde tiene lugar Slacker”, explicó.

4. A la crítica le convenció

La crítica de la prensa especializada se rindió a la película de Linklater. Entertainment Weekly la describió como “una comedia metafísica” mientras que en el L.A. Times señaló, elogiándola, que “es una película que celebra el tedio”.

Cuando terminó esa primera película, Linklater se la envío al veterano del cine indie Monte Hellman, quien quedó impresionado por ese debut. Y Linklater, igual de impresionado por la respuesta, utilizó la carta de Hellman para lograr parte de la financiación de Slacker.

5. Richard Linklater, un personaje más

En Slacker aparecen cerca de cien personajes, aunque la historia sigue las idas y venidas de una veintena, casi todos ellos vinculados de una manera y otra a la escena musical de la ciudad. Un personaje conduce al siguiente en una suerte de cadena narrativa que para muchos críticos evoca la estructura del clásico La ronda (1950), de Max Ophüls.

En la primera escena de la película, que también fue la primera en filmarse, el propio Richard Linklater interpreta a un tipo que sale de un autobús para meterse en un taxi. La escena sigue al personaje mientras le explica un extraño sueño que ha tenido; un sueño que es justo la historia de la primera película del cineasta. 

De ahí, comienza a especular con posibles escenarios de su vida si se hubiera quedado en la parada del bus en vez de coger ese taxi. “Mierda, tenía que haberme quedado en la parada del autobús” es una de las líneas de diálogo más queridas por los seguidores del director.

6. Escenas memorables

En la escena dedicada a Video Backpacker, puede verse una copia en VHS de Pickpocket (1959), el clásico de Robert Bresson. Como el protagonista de ese filme, también Video Backpacker practica el carterismo.

Otras escenas que siempre vuelven a la memoria de los fans al recordarla son ‘la citología de Madonna’, en la que Pap Smear Pusher se encuentra por la calle a un par de amigos charlando y trata de venderles un tarro con una muestra de secreciones vaginales, y la escena que cierra la película, en la que varios chicos y chicas van en su coche bebiendo y lanzando sus cámaras súper 8 al aire, alegres y sin miedo a qué imagen saldrá de ese arriesgado experimento.

7. El término ‘slacker’

El término ‘slacker’ pertenece a la jerga callejera y tiene su origen en los años de la Segunda Guerra Mundial. Linklater se apropió del vocablo y quiso renovarlo de manera positiva.

“Si lo miras históricamente, este tipo de personas siempre son retratadas de manera negativa, se ha convertido en un tópico», explicó Linklater. «Slacker es una película de 100 personas, y nadie trabaja, no hacen nada. En este sentido, lo que quería decir era: ‘no, en realidad hacen mucho’. La gente de la película tiene sus proyectos, todos tienen sus actividades. Y yo me considero uno de ellos”.

8. Un icono gracias al marketing

Slacker no tardó en convertirse en un icono cinematográfico de la Generación X, aunque Linklater explica que todo fue una cuestión de marketing. “En primavera de 1991 salió el libro de Doug Coupland Generation X: Tales for an Accelerated Culture, y se daba la circunstancia de que la editorial de ese libro iba a encargarse del libro sobre Slacker. Así que el departamento de promoción comenzó a interesarse.

«Nunca pensé en Slacker en términos de gran película americana ni nada por el estilo. Pero los que pensaba en el tema del dinero, la distribuidora y la editorial, comenzaron una tendencia que me vinculó al libro de Doug”, añadió el director.

9. Una película homenajeada

En este caso, Los Simpson no predijeron Slacker, pero la película sí es una de las referencias del capítulo 22 Shorts Films about Springfield, el 21º episodio de la séptima temporada, tal y como ha reconocido, además, el guionista y productor Josh Weinstein.

En 2011, con motivo del 20 aniversario de la película, varios cineastas de Texas, entre los que se encuentran Miguel Álvarez, Jay Duplass, Karen Skloss o Daviz Zellner, decidieron homenajear la cinta de Linklater en Slacker 2011, remake coral que trasladaba las situaciones de la cinta original a las tribulaciones del nuevo milenio.

10. Hogar, dulce hogar

La casa donde vivía Linklater también aparece en la película, exactamente en la tercera escena. No solo era el lugar de residencia del director, sino también del director de fotografía Lee Daniel y de Clark Walker. En fin, la casa de colegas y de fiestas de un director jovenzuelo.

Además, en la ruta Richard Linklater promovida por la Texas Film Commision se puede visitar el Mount Bonner, donde acontece la poética escena final de la película.

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