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Laia Triquell y Marina Gaspar seducen a Karol G y Ester Expósito
BarcelonaTenía que ser un viaje de verano de dos amigas después de terminar el curso. Pero en las semanas en Nepal con los aromas, los colores y su gente –y, en concreto, Susmita–, acabó cambiando el rumbo profesional de Marina Gaspar y Laia Triquell. Al volver a Barcelona, las dos jóvenes decidieron que la esencia nepalí y de Susmita, una niña que las había cautivado por su genuinidad y sonrisa, también tenían lugar en la industria de la moda, que entonces se encontraba en plena efervescencia de la llamada tendencia quieto luxury.
En plena saturación de la moda femenina y con unos estándares estéticos que poco tenían que ver con la explosión de color, Gaspar y Triquell dieron luz a Susmie’s, una marca de accesorios, ropa y complementos para gente con ganas de pasarlo bien a la hora de vestirse. «Nos cuesta pensar qué aporta Susmie’s porque, la verdad, para nosotros ha sido simplemente algo genuino», comienzan explicando las dos fundadoras de la marca en el despacho que tienen en la avenida Diagonal. «Nos acabamos de trasladar», se disculpan mientras me dan la bienvenida, una muestra más de la consolidación de su propuesta estética y empresarial.
No se muerden la lengua a la hora de señalar que una de las claves de su éxito ha sido la comunicación: espontánea, directa y sin filtros, con una comunidad de más de 380.000 seguidores en Instagram. «Para nosotros, lo más importante nunca ha sido el producto, sino cómo comunicarlo y las ganas de crear una comunidad detrás», aseveran con firmeza. La receta les funcionó: «Con el tiempo hemos visto que la espontaneidad real es lo que más nos ha acabado diferenciando». Hasta el punto de asegurar que «a veces, lo que más triunfa es una foto en el espejo tomada con el móvil», más que una campaña con un coste elevado.
Esa misma espontaneidad se hizo visible cuando les pregunté por una de las colaboraciones estrella: la cantante colombiana Karol G. «Creamos un correo para este tipo de colaboraciones, un correo que quedó completamente olvidado», cuentan con una sonrisa bajo la nariz. «Así que no vimos que el estilista de Karol G había estado intentando contactar con nosotros. De repente, apareció en Amsterdam en un pop-up y casi se nos cae la cara de vergüenza cuando nos dijo que no le habíamos contestado!» Para compensar el descuido, enviaron «el mayor paquete del mundo» y, al parecer, ha funcionado, ya que la comunicación con el equipo del estilista de la cantante ha sido recurrente. También lo han sido los correos de otras estrellas contactando con ellas por sus creaciones como Ester Expósito.
Para llegar hasta aquí, aseguran que se han tenido que rodear de un equipo que han ido ampliando para asumir la dimensión que ha tomado Susmie’s. El triunfo empresarial también ha supuesto un cambio de dinámica entre Gaspar y Triquell, que prácticamente todos los días se ven en la oficina. Pero a pesar de los retos que supone trasladar una relación de amistad al mundo laboral, ninguna de las dos lo ve como un obstáculo para su amistad. «Ya éramos amigas distintas, no somos de ir a hacer una cerveza, sino de pasar horas y horas juntas haciendo cualquier cosa, incluso estando en silencio», aseveran, asimilando su vínculo con el de dos hermanas. Al final lo tienen claro: «Susmie’s sólo ha hecho que nos conozcamos de una forma más bonita y profunda».