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5 vestidos que regresan de los 90 a las tendencias de Primavera-Verano 2025
¿Cómo olvidar las lecciones de estilo de los años 90? Imposible, sobre todo, si hablamos de los vestidos lenceros en acabados satinados. Una pieza tan versátil como atemporal que, hasta el día de hoy, mantiene su posición como imprescindible tanto en el street style como en las alfombras rojas y pasarelas, como lo demuestra el diseño de Self-Portrait Residency. En un encantador color amarillo mantequilla con encaje al ras del escote y tirantes incrustados, muestra cómo no se requiere mucho para verse espectacular con esta prenda estrella. Siguiendo la premisa de menos es más, unas sandalias de tacón kitten o unas bailarinas planas son clave para completar el look.
Vestidos de malla metálica
Versace Primavera-Verano 2025Versace/Gorunway.
Los vestidos de malla metálica de Versace de los 90 son un símbolo de la opulencia y el glamour sensual que la casa de moda italiana infundió en la década. Se caracterizaban por sus cortes audaces que, entre más cortos y reveladores, mejor, y si su impacto causaba controversia, aún mejor.
Estos vestidos continúan dominando sus pasarelas como una oda permanente a la celebración de la figura femenina, jugando con drapeados en el escote y cortes ceñidos, deslumbrando con estampados florales. Sus siluetas que encajan a la perfección con el sentimiento de la época que, en lugar de ser minimalista sin esfuerzo, se definían como sensualidad sin esfuerzo. Esta primavera, combina estos vestidos con sandalias invisibles.
Vestidos minimalistas en tonos neutros
Courrèges Primavera-Verano 2025Courrèges/Gorunway.
Theophilio Primavera-Verano 2025Fillipo Fior/Gorunway.
Los vestidos de los 90, lejos de ser homogéneos o aburridos, sentaron las bases de tendencias que abogan por una belleza más refinada, limpia y precisa, esta corriente estilística aún resuena en la actualidad. Al repasar los vestidos en tendencia para esta temporada, los diseños cortos, con cortes limpios y en tonos neutros, destacan entre la multitud, pues sin ningún drapeado, estampado o diseño escultórico, logran capturar una elegancia difícil de imitar. Courrèges optó por mostrar hombros en lo que podría parecer la versión moderna del naked dress, y Theophilio regaló un modelo que, de haber existido en los 90, sin duda hubiera captado la atenci´on de Naomi Campbell.
Vestidos con estampados a cuadros